Londres prolonga incertidumbre por el Brexit: May buscará nueva negociación con la Unión Europea
La primera ministra británica no descartó ni confirmó pedir más tiempo a Bruselas. La respuesta del bloque a cambios en el texto es, por ahora, rotundamente negativa.
- T+
- T-
Casi dos años de diálogos y negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea están nuevamente en vilo, luego de que que la primera ministra británica, Theresa May, abriera ayer la puerta a una renegociación de su propuesta para el Brexit, que no ha sido aprobada por el Parlamento.
En una nueva jornada clave para el proceso iniciado oficialmente en marzo de 2017, la Cámara de los Comunes apoyó por 317 votos a favor y 301 en contra una moción para volver a Bruselas, buscando eliminar el pasaje más controvertido de la iniciativa de May: el referente a la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, que será el único límite físico entre el país y el bloque desde que se concrete el Brexit.
La decisión de Londres llega cuando faltan apenas ocho semanas para que se cumpla el plazo de divorcio, el 29 de marzo. Pese a la solicitud de renegociar, el Parlamento también rechazó una serie de enmiendas destinadas a obligar a la premier a pedir más tiempo al bloque.
Tras el debate, May dijo a los parlamentarios que “hoy una mayoría ha dicho que apoyarían un acuerdo con cambios al backstop”, en referencia a la frontera de Irlanda. Añadió que “es claro que hay una ruta que puede generar una mayoría sustancial y sostenible en esta cámara para dejar la UE con un acuerdo”.
También reconoció que “hay apetito limitado para un cambio así dentro de la UE y negociarlo no será fácil”. Sentenció que buscará nuevas “garantías” en el bloque, pero agregó que su objetivo no será “más intercambio de cartas, sino un cambio singificativo y legalmente vinculante al acuerdo”.
Qué es diferente
Pese a que la búsqueda de garantías es un discurso parecido al que la propia May entregó a mediados de este mes -cuando su propuesta fue rechazada por un margen de 231 votos en Westminster-, el escenario parece ser distinto.
La primera diferencia es que la oposición laborista liderada por Jeremy Corbyn se abrió a dialogar con Downing Street 10, algo que había rechazado este mes.
“Estamos preparados para reunirnos” con la premier, manifestó ayer Corbyn, quien era uno de los impulsores de las enmiendas para evitar un acuerdo sin salida. Antes, durante el debate, señaló que “la primera responsabilidad que tenemos es bloquear un desastroso divorcio sin acuerdo (...) El gobierno tendrá que extender el Artículo 50 en cualquier escenario”.
Pero un análisis de Capital Economics también alertó que la sesión de ayer “probablemente aumenta las probabilidades” de una salida sin acuerdo. Ese análisis fue recogido por la premier escocesa, Nicola Sturgeon, quien señaló que el Parlamento “dio pie a que la premier persiga un cuento de hadas” y “aumentó el riesgo de un divorcio sin pacto”. Acusó a Westminster de “una abdicación de responsabilidad”.
En tanto, el apetito limitado del bloque para una nueva negociación quedó claro en la reacción del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien manifestó en una declaración que “acogemos y compartimos la ambición del Parlamento británico de evitar un escenario sin acuerdo”.
No obstante, agregó que “el acuerdo de retiro es y sigue siendo el mejor y único modo para asegurar una salida ordenada del Reino Unido de la UE” y que el llamado backstop “es parte del acuerdo, que no está abierto para una renegociación”.
Tusk añadió que el bloque continuará preparándose “para todos los escenarios posibles”, incluyendo la posibilidad de una salida sin acuerdo.
¿Más tiempo?
Tusk también se refirió a la posibilidad de que Londres pida más tiempo para aprobar un texto.
“Si hubiera una solicitud razonable para una extensión, los 27 de la UE la considerarían (...) tomando en cuenta las raziones y la duración de la posible extensión, así como la necesidad de asegurar el funcionamiento de las instituciones de la UE”, manifestó el presidente del Consejo Europeo.
Esa posibilidad sigue abierta y ayer los parlamentarios presionaron a May para fijar una postura, pero la premier no descartó ni aseguró que solicitará la extensión.
La prolongación de la incertidumbre en Londres tiene sus límites: el primero es mayo, para cuando están agendadas las elecciones del Parlamento Europeo, las primeras sin representantes británicos. En julio, el nuevo Legislativo del bloque tomará posesión, por lo que la UE querrá tener claridad de cuántos países la conforman.